Primero saber defender para después atacar mejor
"Si vas al contacto vas a perder en un 90% de las ocasiones. Evita ese contacto. Sé más rápido y más inteligente"
Pep Guardiola
Esta frase que da título a la entrada de esta semana proviene del libro de Guillem Balagué sobre este genial entrenador de fútbol, admirado por muchos y denostado por otros muchos, sobre todo por aquellos que tienen la mala costumbre de mezclar fútbol e ideología política, ya que no perdonan que Guardiola se declarara abiertamente independentista. No es español, peor aún, lo es pero se siente catalán y no de España. Al margen de todas estas chorradas, y lejos de ser yo un entendido en esto del fútbol, deporte que practiqué durante toda mi infancia y adolescencia, la edad le hace volverse a uno más cauto, un poco más reflexivo, y antes de emitir un juicio sobre aquello que veo intento aprender, o prestar atención de los que sí que saben, sea de la materia que sea, en este caso del fútbol.
Así que movido por la curiosidad, llegó a mis manos el libro de Guillem Balagué, y su lectura me ha resultado esclarecedora. Me ha ayudado a entender cosas que veía en los partidos del Barça de aquellos años, y sobre todo, me ha servido para poder mostrarme agradecido por haber vivido aquella época. Como culé que soy desde mi infancia, como culé patidor, leer con la perspectiva del paso del tiempo acerca de aquellos maravillosos años, sólo ha hecho que incremente mi admiración por todo lo conseguido entonces, y en especial, más que la cantidad de títulos, el cómo se consiguieron, la manera de trabajar, de jugar, para conseguir todos esos títulos. Para mí ese ha sido el mejor legado que dejó esa etapa.
¿Qué tiene que ver el fútbol, Guardiola, el Barça con el Aikido? Pues como se suele decir, todo y nada. Todo para mí por lo que representa, nada si lo queremos equiparar a nuestra práctica de Aikido, pero aún así, existen varios puntos de conexión, y tras la lectura del libro, las semejanzas entre las mentalidades a la hora de afrontar un entrenamiento, o un evento como un examen de pase de grado, resultan harto evidentes.
Como suelo referir, nuestra práctica no nos hace diferentes a los demás, y más allá del Aikido, las bases para afrontar un entrenamiento no difieren mucho. Si queremos lograr buenos resultados debemos implicarnos en nuestra práctica, si queremos rendir en nuestro examen de pase de grado debemos rendir en nuestros entrenamientos. Al final lo que plasmamos en un momento puntual debería ser una muestra de aquello que realizamos el resto de días.
Una de las cosas que más me llamó la atención fue que siempre había pensado en que los equipos de Guardiola juegan al ataque, el ataque es lo más importante. Mi sorpresa fue conocer que Guardiola primero se preocupa de defender bien, " si no defiendes bien, no puedes atacar con garantías". Esto me llevó a reflexionar sobre mi práctica, donde siempre he priorizado tanto como uke o como tori, ir a por el otro, atacar a tope. Empecé a entender algo de lo que mi Sensei explica en las clases, y empecé a entender muchos de los movimientos que realizamos en las entradas, con las armas o a la hora de ejecutar una técnica. Como nos recuerda el Sensei Ricardo Ledesma, en Aikido no llevamos escudo, nuestro ataque, nuestro movimiento se convierte al mismo tiempo en ataque y defensa, de ahí la importancia de moverse correctamente.
Ahora empiezo a comprender por qué no hay que abrir los brazos, por qué no hay que intentar coger un atemi, un puño, por qué no hay que bloquear. Primero debemos defendernos correctamente para luego poder atacar mejor. Una reflexión que surge tras la lectura de un libro sobre el fútbol. Curioso, ¿ no crees?
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