Aikido Estoico

Es mediodía, el Sol está en su cénit, y justo en ese momento, cuando más calor proporciona, me dejo bañar por su Luz,  dejo que su calor recorra todas las células de mi piel, y como Clark, como Kal, puedo sentir su energía recargando mi cuerpo. Alzo la vista al Cielo, sonrío, agradecido por el regalo, agradecido por la calma que siento,  un momento en el presente, tan sólo eso, un regalo. Por la noche no ves el Sol, tan sólo su reflejo, y la Luz de su reflejo no basta para curar tu cuerpo, tu mente, tu espíritu. No puedes sentir su calor, y la Oscuridad puede acabar devorándote, pues te alejas del Sol, te alejas de la Luz,  pero puedes dormir menos y disfrutar de su Luz, pasar sueño, para ganar tranquilidad, calma, Paz. Dicen que tropezaremos, que nos equivocaremos, que fallaremos, pero que al final nos uniremos en el Sol. Tal vez sea cierto, gracias a su Luz existe la Vida, gracias a su Luz recuperamos nuestra vida, pero el final puede que sea otro, y la Luz, el Sol,  sólo esté aquí p

  Camino,  deambulo de madrugada, mareado, cansado, con mis ojos enrojecidos por la falta de sueño. Camino, y lucho, lucho contra la necesidad de dormir, contra mi propio cuerpo que me pide a gritos que me eche a dormir. Camino, deambulo, cerca de la playa,  con el ruido de las olas como única compañía, con las luces de los barcos varados más allá del horizonte, camino, y lucho contra mí, ¿contra quién si no? Cada vez cuesta más, cada vez el Camino se vuelve más borroso, cada vez cuesta más no perder la fé. Todo parece desaparecer, mientras doy cabezazos conduciendo, mientras muevo la cabeza de lado intentando sacudirme el sueño, pero ¡cuesta tanto! Nada lo remedia, sólo puedo seguir aguantando, y en ese aguantar,  en esa pérdida de la Realidad,  algo sucede,  algo casi mágico, el Silencio trae una lección, una enseñanza, un mensaje de esperanza. Llega la mañana, llega un nuevo día, llega una nueva oportunidad, para seguir luchando, para seguir intentándolo, para seguir avanzando, para

  Por la madrugada, cuando el Sol todavía no ha salido, cuando el Silencio aún está presente, cuando la mayoría aún están durmiendo, medito,  entreno, preparo mi cuerpo, preparo mi mente, preparo mi espíritu, para mi batalla diaria, para mi lucha contra mi peor enemigo, YO. Todo depende de mí, pero nada trata sobre mí. Atrás quedan la aceptación, la búsqueda de algún tipo de recompensa, nada de eso existe, todo es una ilusión. Sólo queda el trabajo, sólo queda lo que debo hacer, por mis seres queridos, por el resto de la gente, por mí, nadie me va a reconocer  nada, nadie me lo va a agradecer, se fijarán en mis errores, los magnificarán, podré caer en la ilusión de sentirme triste, pero aguantaré,  sobreviviré, y seguiré haciendo lo que tengo que hacer,  porque depende de mí, pero nada trata sobre mí. Nadie a quién odiar, nada que reprochar, tan sólo servir, y cuando llegue mi hora desapareceré en la Inmensidad de la Realidad, sin rencor,  sin odio,  tan sólo elegí servir.

"Las cosas cambian, la gente va y viene, pero algunas cosas se perpetúan de manera natural" Félix Rodríguez Otro año más, otro mes de Julio caluroso, y en los primeros días del mes llega nuestra cita anual donde mi Sensei Fernando Valero,7º dan del Aikikai, celebra el curso de Aikido en memoria de Tamura Sensei. Como bien dijo el Sensei Fernando cada año la distancia con el fallecimiento de Tamura Sensei es mayor, lo que puede dar cabida a que se cometan más errores basados en aquello que creímos aprender de Tamura Sensei. La frase: " Espero no haberme equivocado demasiado" me parece la más certera y al mismo tiempo sincera respuesta que se puede dar.  El curso estuvo dirigido por el Sensei Fernando Valero pero también contó con la presencia de varios Maestros de la Asociación Aikikan España. Los Maestros eran Naco Vindel 4º dan del Aikikai y que recibió en el curso la acreditación como Shidoin, Jesús Arce 5º dan del Aikikai y Sergio Torres 6º dan del Aikikai. Cada