Reflexiones sobre el Curso de Lucha ante la Cámara

 


"Si las cámaras no están listas, rodaremos sin ellas"

 

Michael Bay

 

Diez días después de haber ayudado a mi amigo director, guionista y creador Fernando Verniere en la realización de dos talleres de Lucha ante la Cámara, uno por la mañana y otro por la tarde, y tras haber dejado reposar las sensaciones experimentadas en los dos cursos, me dispongo a realizar una pequeña reflexión acerca de ello.

En primer lugar agradecer al Maestro Joaquín Valera, 4º dan de Hanminjok Hapkido por cedernos su Escuela en Massamagrell de forma gratuíta, pero además me gustaría destacar varias cosas de este Maestro al que tuve la oportunidad de conocer y que tan grato recuerdo me ha dejado. Lo primero de todo es su puntualidad. Llegamos a la Escuela unos veinte minutos antes del inicio del Taller y el Maestro ya estaba allí esperándonos. Había trabajado por la noche y sin dormir, había ido a la Escuela para dejarlo todo preparado. Lo segundo, que formó parte de los alumnos que recibieron las enseñanzas de mi amigo Fernando Verniere, más mis ayudas en forma de consejos sobre cómo caer y reaccionar a los golpes frente a la cámara. De hecho el Maestro Joaquín fue de los que más empeño puso en todas las coreografías que propusimos. Tras finalizar el Taller de la mañana nos invitó a comer a un bar situado en el pueblo de al lado, la Pobla de Farnals. Una buena comida rodeado de buena gente:el Maestro Joaquín, Héctor el otro gran Maestro y amigo del Maestro Joaquín, Fernando, mi hija Asia y yo. En la comida y hablando acerca de lo que nos apasionban a todos, el cine y las Artes Marciales, pude descubrir en ambos Maestros, Joaquín y Héctor, a dos buenas personas, buen corazón y la cabeza bien amueblada. En este mundillo de las Artes Marciales donde el Ego causa tantos estragos, conocer a dos practicantes de la Vía, del Camino, tal cómo deberíamos ser aquellos que nos dedicamos a recorrer este Camino, resultó ser tremendamente gratificante, alentador e inspirador.

 


 

 


Los dos talleres estuvieron llenos de gente con ganas de aprender y enfrentarse a sus propios demonios personales disfrazados en forma de vergüenza, enfados y reproches, pero exceptuando a un Iluminado por su propio Ego, todos dieron un paso al frente y se enfrentaron a ellos, haciendo cada uno lo que mejor podía hacer. Eso y aunque no lo parezca, y las comparciones con el " a ver qué ha hecho el otro" puedan dar menos crédito al trabajo realizado por cada uno, es un triunfo. Durante el taller de la tarde, poblado con más alumnos adolescentes, insistí en la idea de que mantengan una buena relación con ellos mismos, que se hablen bien a ellos mismos. Para criticar ya están los demás, pero creo que es importante que nos hablemos bien a nosotros mismos, no que nos hundamos más en el fango. Y hay que disfrutar las pequeñas victorias como el ser capaz de rodar una coreografía de acción con el resto de la gente mirando. 






¿Qué lecciones saco del Taller? La más importante es que hay mucho por hacer. Fernando ha abierto una puerta que con trabajo, mucho trabajo, y muchas ganas se pueden realizar grandes cosas. Además he podido comprobar que a parte del uso para el cine también sirve como un método más para desarrollarse como personas. Superar nuestras propias trabas, equivocarnos, y volver a intentarlo hasta conseguir el resultado deseado es un proceso de aprendizaje común a muchos campos. 

A los que dudan sobre si hacer un Taller de Cine de Acción mi consejo es....¡No dudes! ¡Hazlo! Si te gustan las películas de acción ....¡Atrévete! ¡Vamos! Lo peor que puede pasar es que te des cuenta que tienes mucho trabajo por delante....lo mejor...conocer a gente estupenda, aprender cosas nuevas y aprender un poco más sobre tí.


Gracias otra vez a Joaquín, Héctor y sus alumnos por el trato recibido y por su trabajo en los Talleres.

Excelsior!!



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