Los Guardianes del Arte...o de la Verdad!!

 


"Se deshonra el alma del hombre particularmente cuando, por lo que a sí toca, viene a hacerse como un divieso o una excrecencia en el cuerpo del mundo; porque irritarse con alguno de los acontecimientos que sobrevienen es como un absceso de la naturaleza universal, de la cual participan las naturalezas de todos los otros seres. El alma se deshonra asimismo cuando se muestra adversa a alguno de los otros hombres, o se comporta con él con intención de hacerle mal, como acontece con las almas poseídas de ira. Lo tercero, se deshonra cuando se da por vencida del dolor o el placer. Lo cuarto, cuando disimula, finge y altera la verdad por obra o de palabra. Lo quinto, cuando lanza su actividad o sus apetitos sin blanco fijo, y lo ejecuta todo al azar, y sin continuidad, siendo así que aun las más pequeñas acciones debieran tender a un fin propuesto: y el fin de los seres racionales es obedecer a la razón y a la ley de la naturaleza, la más augusta de las ciudades y gobiernos.“

 

Marco Aurelio

 

Días de fiestas patronales, días inmersos en algo más de trabajo, pero no tanto como el esperado. Enmedio de esta demanda aparecen viejas rencillas que más tienen que ver con la opinión personal que con aquello que unos y otros proclaman como...¡la Verdad! No seré yo quien diga qué o qué no es cierto, pero creo que más allá de empecinarnos en ver quién la tiene más gorda deberíamos ver mejor lo que nos rodea. Tal vez los árboles nos impidan ver el bosque, tal vez, y estemos obviando parte de una realidad que está ahí pero que preferimos ignorar para bien de nuestras "propias" decisiones, esas que elucubramos denonadamente  y con sumo esfuerzo, cuyo objetivo bien parezca ser encontrarnos solos en el desierto de la Realidad, pero creo que más allá del fervor causado por el momento debemos ser más consecuentes con aquello a lo que dedicamos una parte de nuestro preciado tiempo: nuestro entrenamiento en Artes Marciales, sean las que sean, pues a estas alturas del Camino dudo que exista un Arte Marcial mejor que otro y las diferencias que nos empeñamos en mostrar tienen más que ver con nuestra propia ignorancia que no sabiduría.



¿Qué es mejor?¿Qué es más correcto?¿Qué es más veraz? Preguntas que nos acompañan en nuestra práctica y que conforme pasa el tiempo te das cuenta que sólo sirven para apartarte de la práctica y los beneficios que ella comporta. Somos libres, aunque la Libertad nos produzcan un Miedo terrible. Somos responsables de nuestros actos así como de nuestras creencias, y solemos optar por hacer juicios de valor sobre casi todo aquello que nos rodea, siendo éstos la mayor parte de las veces erróneos, y aún cuando sabemos que hemos metido la pata, nuestro Ego, nuestro maldito-amado compañero eterno nos impide dar un paso atrás y reconocer el simple hecho que nos hemos equivocado. ¿Realmente entrenamos para buscar conflicto con los demás?¿No deberíamos buscar nuestro propio Equilibrio, Armonía para así estar en paz con nosotros mismos y por ende el resto de nuestros semejantes?¿En qué momento nos hemos desviado del Camino?

Parte del Camino es aceptar la crítica y el reproche de los demás. Afortunadamente no todos vemos las cosas del mismo modo. En ese conflicto, en esa discusión se encuentra la esencia de todas las Artes Marciales: encontrar la calma que nos lleve a observar la situación como es en realidad, no como nos gustaría que fuera. Esa es una de nuestras trabas como especie, nos encanta modificar la Realidad para que se ajuste a nuestros pensamientos, obviando que nuestros sentidos son imperfectos y el error siempre estará en mayor o menor grado en nuestros juicios. Esa es la base de la Ciencia, una tesis (una idea) y su antítesis (una idea contraria). Lo que hoy parece cierto mañana puede no serlo.

 


Mi consejo es que dejemos atrás los agravios y las rencillas, disfrutemos de nuestra práctica y entendamos que el tiempo que pasamos junto a los nuestros, junto a los amigos, a los compañeros de entrenamiento es un tiempo prestado. Nuestro verdadero tesoro es nuestro tiempo, y el que hemos gastado no va a volver. Propongo que el que nos quede sea aprovechado y compartido con alegría y verdaderas buenas intenciones. O-Sensei ya nos advertía de ello en el siglo pasado: " En el Mundo hay demasiado Odio, preocúpate de no añadir más a Él".


Un fuerte abrazo,




Félix




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