Renacer..una y otra vez

 


"Tuve una buena vida gracias a un naufragio"

 

Zenón de Citio

 

Las tormentas forman parte de la Naturaleza. A veces resultan un regalo y otras caen como una maldición arrasando todo aquello que tanto esfuerzo costó construír. Puede que no sean ni una cosa ni la otra, y que nuestro juicio sobre ellas dependa en gran medida a nuestras necesidades e intereses, porque en el fondo, todos sabemos que las tormentas son sencillamente eso...¡tormentas! Cómo lidiamos con ellas es lo que nos concierne, pero creo que deberíamos abstraernos de hacer cualquier tipo de juicio, ya que al intentar etiquetar las adversidades que nos suceden perdemos parte de esa conexión natural que nos une con los elementos de la Naturaleza. La mente es poderosa pero al lado de la madre Naturaleza resulta una hormiga trepando por una secuoya. La realidad en sí misma es tan amplia que al intentar describirla perdemos la mayor parte de ella, pero aún así, como seres racionales que somos necesitamos de ese análisis, necesitamos encontrar sentido a una Vida, a un Mundo, que tal vez no lo tenga, pero que con insistencia nos empeñamos en encontrarlo. Vagar por la Vida, por el Mundo sin rumbo nos enloquece. Necesitamos una guía, un propósito. Tal vez sea falso, erróneo, pero necesitamos algo que nos haga sentir plenos, o algo cercano a la plenitud.

 


 

 Trabajar, esforzarse, empeñarse en conseguir algo para luego verlo desaparecer resulta duro. Te lleva a cuestionarte tu propia valía, a plantearte qué cojones pinto yo aquí, y así, a pesar de nuestros lamentos y quejas, la Vida prosigue su rumbo, ajena a nosotros. Podemos optar por quedarnos tirados lamiéndonos las heridas, autocompadeciéndonos, sintiéndonos abandonados por la gracia de Dios, o podemos optar por subirnos al tren de la Vida, ¡cómo sea! ¡si es neceario a rastras! y seguir buscando, seguir perseverando por aquello y aquellos en los que creemos. La pérdida, el abandono forman parte del Camino tanto como la dicha, la aceptación, el conseguir resultados. La única manera que tenemos de acercarnos a nuestros Sueños es seguir persiguiéndolos....y si fallamos, si fracasamos, volver a intentarlo. Mientras nos quede Vida persigamos nuestros Sueños. Cada día es un pequeño nacimienmto y una pequeña muerte. Cada día trae la promesa de poder alcanzar lo que buscamos. Cada día, renacer una y otra vez, una y otra vez, una y otra vez....




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