Los agarres
" Aquel que vive sin Disciplina
muere sin Honor"
Proverbio Islandés
Hoy me gustaría hablar acerca de los agarres, o concretamente de las técnicas que realizamos cuando nos cogen. En Aikido existen los siguientes 15 agarres, algunos de ellos se combinan con un golpe y otros se realizan desde la posición de Ushirowaza (ataque por detrás):
- Aihanmi Katatedori, donde la mano derecha coge la muñeca derecha del oponente. Lo mismo ocurre, pero al contrario, si cogemos con la mano izquierda.
- Katatedori, donde la mano derecha coge la muñeca izquierda. Si el ataque se hace con la mano izquierda entonces la muñeca que es cogida es la derecha.
-Ryotedori, donde la mano izquierda coge la muñeca derecha y la mano derecha coge la muñeca derecha, las dos al mismo tiempo.
- Morotedori, donde ambas manos cogen una muñeca, o bien la derecha, o bien la izquierda.
-Katadori, similar al Katatedori pero esta vez cogemos el hombro
-Ryokatadori, similar al Ryotedori pero cogiendo ambos hombros
-Munadori, la mano derecha o la izquierda cogen el keikogi a la altura del plexo solar
-Katadori Menuchi, simlar al Katadori, pero esta vez la mano libre ataca de Men (golpe a la cabeza)
-Munadori Menuchi, dinámica similar, cogemos a la altura del plexo solar con una mano y con la otra golpeamos la cabeza
-Hijidori, cogemos con la mano derecha el codo izquierdo. Al revés cuando cogemos con la mano izquierda
-Ryohijidori, cogemos ambos codos con las manos
- Ushirowaza Ryotedori, cogiendo ambas muñecas con las manos desde atrás
- Ushirowaza Ryokatadori, cogiendo ambos hombros con las manos desde atrás
-Ushirowaza Katatedori Kubishime, cogemos de Katatedori con una mano desde atrás y con la mano libre estrangulamos a la altura del cuello
-Ushirowaza Eridori, cogemos con una mano desde atrás el Keikogi a la altura y posición de la nuca
El sentido del trabajo con las técnicas de agarre no debería diferir del trabajo con técnicas de golpeo, pero a menudo olvidamos esta idea, tanto uke como nage, y nos obcecamos en liberarnos de un agarre, o de seguir haciendo un agarre, olvidando que es un ataque más. No salimos de la línea del ataque, trabajamos sobre el agarre y nos olvidamos de que uke aún tiene otro puño para atacar, dos piernas, un codo libre, la cabeza...forcejeamos sin sentido intentando llevar al otro al suelo, y acabamos en posiciones donde somos fácilmente golpeables por nuestro compañero de práctica.
Deberíamos trabajar los agarres manteniendo la idea de salir de la línea de ataque y no perder a uke al hacerlo. A diferencia de los golpes, los agarres nos permiten sentir mejor a nuestro compañero, pero debemos hacerlo desde una posición ventajosa para nosotros y comprometida para él/ ella. Los agarres nos permiten sentir también como reaccionamos a la presión que ejerce nuestro atacante al cogernos. Si nos tensamos uke tiene un punto más de apoyo para seguir haciendo fuerza en su ataque. Si estamos excesivamente relajados, nos quedamos fofos, uke nos barrerá del tatami. Es un método estupendo para encontrar el punto de equilibrio, el punto de relajación necesario para poder desarrollar el trabajo técnico.
Esta reprogramación constante que hacemos buscando una mejor forma de ejecución se traslada luego a nuestro cerebro. Estamos enseñándole una mejor forma de lidiar con situaciones de estrés, una forma que tiene más que ver con aceptar que con rechazar, con fluír que con oponerse frontalmente, amén de hacerle un tremendo favor a nuestro organismo por el simple hecho de coger algo y agarrarlo fuertemente, trabajando una de nuestras herencias de nuestros antepasados primates, cuando el grado de prensión en las manos era algo bastante necesario para la supervivencia.
Así que te animo a que la próxima vez que practiques técnicas de agarres en el Dojo, recuerdes que es un buen método, Camino para aprender algo más acerca de tí. Espero que te sirva de ayuda esta pequeña reflexión.
Un abrazo,
Félix
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