La adversidad

 



"No las cosas que nos suceden lo que nos perturba,

sino nuestro juicio sobre ellas"


Epicteto

 

El pasado queda atrás, el futuro está ahí delante y siempre hay una posibilidad de que no  lleguemos a alcanzarlo. Tan sólo nos queda el presente, un presente fugaz, que rápidamente se convierte en pasado, y que determina parte de nuestras acciones futuras. Este nexo volátil, que se escurre como arena entre los dedos de una mano, como el agua que aunque intentemos aprisionarla en nuestras manos con toda nuestra fuerza termina escapándose, es nuestro lugar donde ocurren los hechos que nos suceden y donde tomamos acción, de una manera u otra. Un presente que puede convertirse en un Infierno eterno si continuamente afrontamos todo lo que nos sucede con quejas, lamentos, culpas a los demás, envidias, celos, mentiras....pero que puede convertirse en un regalo ya que justamente en el presente está la Paz y la Calma que tanto ansiamos cuando estamos sobrepasados por las circustancias. No hay que buscarlas en lugares mitológicos, lejanos, alcanzables para sólo unos pocos elegidos. Lo que buscamos está aquí y ahora pero depende de nosotros el reconocer este hecho. 



Nuestros sentidos, nuestras creencias están condicionadas. Condicionadas por lo que aprendimos, por lo que heredamos de nuestros familiares, contagiadas por nuestras amistades, por toda la información que nos llueve sin cesar 24 horas...lo peor de todo es que muchas veces llegamos a conclusiones que creemos propias, pero que si las analizas con calma podrás ver que tienen más que ver con creencias impuestas que por un resultado nacido de la deliberación y el análisis de las cosas que nos suceden. 


Hace poco tiempo las situaciones que estoy pasando actualmente me desajustaban bastante, me sentía confundido, engañado, estafado, alienado del resto, un bicho raro que le toca vivir a un ritmo diferente al marcado por la Sociedad, menospreciado, infravalorado, no veía que más allá de que me vieran como una herramienta útil de trabajo alguien se parara cinco a segundos a preguntarme cómo estaba. La Ira campaba a sus anchas dentro de mi Ser, y con su reinado llegan las discusiones fuera de los lugares donde deberían realizarse, las malas conductas, el abandono de uno mismo...pues con la Ira llega su otra gran aliada, la Tristeza, y juntas te engullen un ciclo eterno que transcurre entre estos dos polos, estoy cabreado,estoy triste, estoy triste, estoy cabreado.  Romper este ciclo no es fácil, pero se puede, ¡¡SE PUEDE!! 

 


En mi caso la solución vino de varios sitios. Puede que en algunas personas la solución dependa de una cosa, pero en mi caso y a punto de llegar al medio siglo de vida, la solución, la ayuda vino desde varios sitios. Muchos me han ayudado de manera inconsciente, lo cual no le quita valor, más aún creo que lo incrementa, ya que gracias a su forma de Ser, a su forma de ver las cosas, me han ayudado a ver las cosas desde otra perspectiva. Desde aquí gracias a todos y todas por Ser luces en el Camino. Es fácil cegarse y dejar de ver nuestra propia Luz. Lamentablemente existe gente malvada, gente que disfruta haciendo de las Vidas de los demás un Infierno. Gente débil y cobarde, ya que necesita humillar a los demás para que su autoestima suba. Pero os puedo asegurar que es gente débil. Llevo casi 20 años enfrentándome a ellos y aquí sigo, aprendiendo y haciéndome más fuerte, y cuanto más aprendo y más fuerte me hago, menos armas les quedan a ellos.


Nuestro verdadero combate es ese, mejorarnos a nosotros, la gente ruín, vaga, envidiosa sólo son un onstáculo más del Camino. Si he de confesaros algo creo que son piedras en el Camino, aprendizajes para que valoremos más este regalo que tenemos y que se llama Vida. Un regalo que merece la pena compartirla con nuestros seres queridos y con todas las buenas personas, que afortunadamente son muchísimos más que los malos.




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