Yo contra Mí

 


Hay gente en el mundo que tiene habilidades y fuerza y talentos que yo nunca tendré. Nunca. Esas frases de  que "puedes conseguir cualquier cosa que te propongas si lo deseas lo suficiente" no son ciertas.

Sólo son cuentos de hadas.

Todos tenemos limitaciones. No tengo los genes correctos para ser un levantador de peso olímpico. No tengo la genética correcta para ser un corredor de velocidad olímpico. O gimnasta. Seguro que si entreno toda mi vida, si me dedico a tiempo completo, quizás consiga hacer un papel decente en estos deportes.

Pero, ¿el mejor del mundo? No. Simplemente no tengo el ADN correcto para serlo en esos deportes.

Pero, ¿qué significa eso? ¿Significa que tengo que rendirme?¿Que tengo que abandonar? No, de ninguna manera. Para nada.

Significa que voy a intentar ser lo mejor que pueda ser.

El más fuerte.

El más rápido.

El ser humano más inteligente en el que pueda convertirme.

Y por eso voy a darlo todo. No importará si soy mejor que otros cuando me compare con ellos. Miraré a aquellos que alcanzan la grandeza en una categoría y diré: Mira lo que es posible.

¿Cuán cerca puedo estar de esa grandeza?

¿Cuánto puedo acercarme a esa gloria?

Pero mi gloria no sucede delante de una multitud.

No sucede en un estadio o en un escenario.

No hay medallas para colgarse.

Sucede en la oscuridad de la madrugada.

En Soledad.

Donde lo intento. Lo intento. Lo intento una y otra vez.

Con todo lo que tengo, ser lo mejor que pueda llegar a ser.

Mejor que ayer.

Mejor de lo que la gente piense que puedo llegar a ser.

Mejor de lo que yo piense que puedo llegar a ser.

Más rápido, más fuerte, más inteligente.

Conseguir una victoria que nadie pueda quitármela. Nunca.

Una victoria que se gana cada día.

Una victoria de determinación, voluntad y disciplina.

Una victoria conseguida porque:

No pararé.

 

Jocko Willink

 


 



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