Adiós a Yasunari Kitaura
"El Aikido no es una magia con la que pensando así podamos
conseguir nuestro objetivo, esto es más bien una fantasía.
El Aikido es una forma de trabajar"
Yasunari Kitaura
Otra triste noticia que se añade a la triste de Yamada Sensei. Esta vez otro Sensei, otro de los uchi deshi de O-Sensei nos abandona. Deja atrás este plano de existencia para pasar al siguiente. Mi deseo es que en ese otro plano se vuelva a reencontrar con su Sensei y sus compañeros de entrenamiento.
No puedo decir gran cosa de este Sensei, ya que apenas le conocí, pero sí que tuve la fortuna de poder asistir a un curso suyo celebrado en Mataró en el año 1996, el año en que Ronaldo Luis de Nazario jugaba en el Barça, y el año que Bruce Willis estrenaba en los cines El último hombre de Walter Hill. Digo esto porque a parte de asistir al curso fueron las dos cosas que hice en Mataró, ir al cine y ver al Barça. Mi recuerdo del curso es muy agradable. Recuerdo que el curso estaba dirigido por Kitaura Sensei y el actual Doshu junto a un uchi deshi del Dohu que creo que era Osawa Sensei hijo. Por mi costumbre de no hablar cuando estoy entrenando mucha gente me tomó por extranjero, pero bromas a parte, el curso resultó ser una práctica muy interesante, interesante y distinta al trabajo al que estaba acostumbrado. La forma de trabajar de Tamura Sensei era diferente a la de Kitaura Sensei, pero ello no invalida ninguno de los trabajos. De Kitaura Sensei recuerdo como me insistía en atacar correctamente, con la intención y el espíritu correctos. Del Doshu recuerdo un trabajo muy fluído, sobre todo haciendo ura y de Osawa Sensei lo parecido que era su trabajo al de Tamura Sensei, salvando las diferencias.
En el curso tuve la oportunidad de conocer a practicantes de Aikido de Cataluña, Euskadi y otras regiones de España. Recuerdo haber conocido a mi tocayo que daba clases en San Sebastián y uno de los mejores recuerdos fue poder dormir en el Dojo que había en el polideportivo donde se realizaba el curso. Para una mente joven y que soñaba con emular a los Sensei que conocía, poder vivir dos días como uchi deshi fue un regalo que aún a día de hoy, y pasados 27 años sigo agradeciendo.
El tiempo sigue avanzando y los uchi deshi de O-Sensei van abandonando este plano de existencia. El trabajo que hicieron es tan grande, tan generoso para el resto de nosotros, que no podemos flaquear en nuestra idea de seguir transmitiendo las enseñanzas de O-Sensei. En este pequeño mundo del Aikido sólo unos pocos están destinados a la notoriedad, pero eso no significa que cada uno de nosotros, en la medida de nuestras posibilidades no pongamos el mismo empeño y entusiasmo que compartimos con todos estos grandes Sensei. La pelota está ahora en nuestro campo, ahora nos toca a los que seguimos hacer precisamente eso, seguir entrenando, seguir enseñando, seguir ayudando a que el mensaje del Aikido no caiga en el vacío, en el Olvido....siempre con pasión, como Kitaura Sensei nos recordaba en aquel lejano curso de 1996.
Sayônara Sensei.
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