Narrativas
"La función primaria de la comunicación escrita
es facilitar el sometimiento"
Claude Lévi-Strauss
Algo que parece estar en boga hoy en día, narrativas, o como describir la realidad de manera que me beneficie, o que beneficie al grupo al que pertenezco. En una era de la post verdad, donde cualquier hecho por malo o dañino que sea se relativiza, donde las personas que sufren las agresiones de otras terminan siendo ellas las culpables, donde si haces lo correcto, si sigues los protocolos establecidos para denunciar una agresión terminas siendo el malo, y el malvado o malvada se va de rositas con la consideración de una víctima que ha sido objeto de una injusticia, ¿qué podemos hacer como Aikidokas?¿Qué podemos hacer como Artistas Marciales, como guerreros?¿Qué podemos hacer como personas?
Desgraciadamente no tengo ninguna respuesta, y llevo conviviendo casi un año con esta Realidad, donde tras haber hecho lo correcto, tras haber hecho lo que marca la ley, el malo campa a sus anchas y la víctima aún se pregunta por qué. ¿Por qué? Y nadie tiene una respuesta clara y mucho menos buena. Mientras tú como practicante de Artes Marciales te obligas a seguir confiando en la Ley, te obligas a repetirte que el Bien terminará triunfando sobre el Mal, te obligas a comerte tu propia Ira a la que no puedes dar rienda suelta. ¡No puedes!¡No debes!
Lejos de hablar sobre el conflicto de Israel y Hamás, donde todos nos ponemos muy dignos para defender a unos o a otros, os hablo sobre el Mal que convive con nosotros, aquí y ahora, en nuestro país, en nuestras ciudades, en nuestros hogares. Ese Mal invisible que cuando se hace visible es porque ha perpetrado un nuevo horror, una nueva víctima o nuevas víctimas según el caso, y en medio de este Infierno de Maldad reprimida una corriente de buenismo que casi parece legitimar cualquier aberración que nos suceda.
¿Dónde han quedado los valores de Justicia, de Respeto, de Hacer el Bien? ¿En qué momento desaparecieron, se olvidaron, y la pesadilla del relativismo se instauró en nuestras vidas?¿En qué momento las víctimas dejaron de ser víctimas y pasaron a convertirse en la parte responsable de la agresión?
Preguntas con difícil respuesta para mí al menos. El Silencio que acompaña a estos actos, el Samurai de Twitter o X indignado, pero luego es un guerrero del sofá que decide que alguien, ¡alguien! se parta la cara por él, no ayudan a mejorar nada, de hecho son parte del problema, y ese problema cada vez, como el trabajo de un minero incansable, es más y más profundo.
Y estas narrativas, estos discursos prefabricados también nos afectan a nosotros, practicantes de Aikido, practicantes de Artes Marciales. El discurso, la narrativa de que las Artes Marciales tradicionales están obsoletas, que lo único que funciona, que lo "real" son las MMA...todo lo demás no sirve para una pelea. ¿Y los valores de las Artes Marciales?¿Dónde queda el Respeto, la Humildad, la Constancia, el Compromiso? Todo eso queda sepultado en las ruedas de prensa de los luchadores donde vende más el que mejor insulta a su rival, el más chulo, el más malote...todo jaleado por una muchedumbre. ¿El dinero lo justifica todo?¿Ser millonario es motivo suficiente para ese comportamiento? Pues parece que sí, y ese modelo de pisotear a los demás se convierte en un referente para la Sociedad.
Volviendo al principio, ¿qué puedo hacer como Aikidoka ante esto?¿Miro para otro lado y me olvido? Pero el problema sigue ahí, la solución no llega por sí sola, ¿qué hago?¿qué puedo hacer?
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