Liberarse de la culpa
"Una persona que se siente culpable
se convierte en su propio verdugo"
Séneca
La culpa, ese sentimiento que nos quiebra, que nos hace dudar de nosotros mismos, que es capaz de llevarse todos nuestros avances de un plumazo, como si todo lo que hubiéramos hecho no hubiera sido más que crear un castillo de naipes. La culpa, esa maldita compañera que tan grabada a fuego está en nuestra cultura, en nuestra sociedad, que es hija del pensamiento católico apostólico romano, donde el sentimiento de culpa tiene mucho que decir. Es un método cojonudo para dominar a los demás, junto con el miedo, la culpa y el miedo, un círculo que nos envuelve y que hace que nuestra vida sea más miserable, pero nunca mejor, eso no, y si te sientes bien y el resto no, pues entonces ya lo sabes...¡culpable!
No deja de sorprenderme cuantos problemas dejan de solucionarse buscando a un culpable. Si sucede algo malo en el trabajo buscamos a un culpable. El problema sigue ahí pero si tenemos a alguien a quien echarle la culpa parece que la cosa mejora, y no es así, el problema sigue ahí, sin solucionarse, y aunque pueda estar momentáneamente tapado por la culpa es cuestión de tiempo que vuelva a aparecer...y entonces ¡buscaremos a un nuevo culpable!¡O al mismo, vete tú a saber!
Este mediodía comiendo he escuchado una reflexión bastante acertada según mi humilde criterio. La reflexión venía a decir algo así como cuando cometes un error tú sabes lo que has hecho mal, no necesitas que nadie más te martirice señalándote qué has hecho mal. De esta manera es muy difícil solucionar algo, más bien, lo único que consigues es martirizarte y sentirte una mierda por haberla cagado, y con ese sentimiento viene el miedo, con lo que intentarás evitar esa conducta que te llevó al error...pero el problema no se soluciona, y si no lo solucionas es muy difícil evolucionar. El miedo no es buen compañero de viaje, es necesario, nos impele a la lucha, pero una vez superado hay que dejarlo atrás.
En esta época de gurús, sabios, coaches que nos señalan cómo debemos vivir una buena vida, algo está fallando, pues cada vez tenemos más casos de problemas de salud mental. Aumentar el número de especialistas en salud mental no hace que hayan menos casos de problemas de salud mental, de hecho, parecen aumentar. Algo se nos escapa, colocar toda la responsabilidad de que tu vida te vaya bien o no en tí, no creo que te haga ningún favor. Si haces esto lo conseguirás, si comes esto estarás mejor, si piensas de esta forma tu vida será mejor....¡Vale!¿Y si no puedo?¿Entonces, qué?¡Seré un desgraciado toda mi vida!¡Vaya puta mierda!
Somos responsables cierto, pero hasta un punto. Más allá de ese punto solo podemos fluir con las circunstancias y hacerlo lo mejor posible. En el hacerlo lo mejor posible está la posibilidad del error. Vamos a fallar. Todos somos falibles. Cuando eso ocurra, en vez de machacarnos, tal vez, sólo tal vez, podríamos ver las cosas buenas que nos han llevado hasta ese punto e intentar repetirlas. El error forma parte de la Vida, no existe nada que no contenga un porcentaje mínimo de error.
Nosotros mismos somos un error desde la perspectiva católica apostólica romana. Somos los hijos de Adán y Eva, que cometieron el Pecado Original, el error de desobedecer a Dios y por lo tanto fueron expulsados del Paraíso, como Lucifer, la Estrella del Alba que se rebeló contra los planes de Dios y también fue expulsado del Paraíso. Desde esta forma de ver la Vida tenemos más en común con el Ángel Caído que con Dios. Ambos cometimos errores y fuimos castigados por ello...¿Dónde está la felicidad eterna?
Jesús murió en la cruz por nuestros pecados, por nuestros errores...¡sintámonos culpables por ello!¿En serio ese era su mensaje?¿Dónde está el Amor si sólo hay castigo y culpa?¿Dónde?
O Sensei creó el Aikido entre otras cosas para que pudiéramos ir más allá de la culpa. En Aikido continuamente estamos errando, fallando, y gracias a estos errores aprendemos a hacer las técnicas mejor, día a día, entrenamiento tras entrenamiento, pero esto no nos protege del resto de errores que cometemos en nuestra vida diaria. Practicar Aikido no te hace ser una Persona Especial, no te convierte en un Sabio Infalible. Practicar Aikido te enseña a sobrellevar mejor los errores que todos cometemos, queramos o no....como mi Sensei repite en clase "uno hace lo que puede, no lo que quiere".
Un fuerte abrazo y mucho ánimo. Hacemos lo que podemos y morimos cuando nos toca.
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