Amor, amore

 



"El Arte de la Paz empieza contigo"


Morihei Ueshiba


El otro día escuchando una entrevista a Álex Rovira en el podcast El Estoico, hizo una referencia al concepto de Amor que existe en Oriente. Ese Oriente lejano y mágico para nosotros que nos ha proporcionado más de una fantasía en lo referente a nuestra práctica marcial, amén de las innumerables películas de Artes Marciales que no han hecho más que mitificar la figura del Sensei, del Maestro, una persona que habla con acertijos y que parece poseer la Sabiduría Universal. Pues bien según explicaba Álex Rovira el concepto de Amor en Oriente tiene que ver más con la atención plena que con el Amor idealizado y machacado en películas y series que tenemos en Occidente.


No puedo evitar pensar en lo leído en el libro El Reino del Polvo, donde el Sensei Piotr Maztalerz hacía un comentario similar al respecto, como el concepto de Amor del que hablaba O Sensei había sido malinterpretado por Occidente y como la No Violencia era un mensaje tangencial en la práctica del Aikido. 





A veces en los cursos de Aikido a los que suelo asistir me encuentro con esta perspectiva de este concepto del Amor, y no en pocas ocasiones he pensado que si cierras los ojos y sólo escuchas lo que el encargado de dar la clase propone, si sólo escuchas sus palabras y no ves nada de lo que hace, sería difícil determinar si estás en un Dojo o en una Iglesia, ya que las palabras que escuchas se asemejan al discurso del párroco de turno. Y claro está, cuando aparece un Uke que ataca con determinación, que ataca sin sonreír, que ataca sabiendo que su ataque es al mismo tiempo su defensa y tiene que evitar cualquier tipo de grieta en su defensa, entonces la cosa se complica, y el mensaje amoroso empieza a naufragar en el tatami. Como conducta habitual se suele reprender a Uke por su violencia, "¡Esto es Aikido!¡No es una pelea!" suelen decir...pero mi pregunta es: ¿Realmente es así? ¿Esto es el Aikido?


Si algo voy aprendiendo con los años de práctica es que hay que aprender a no pecar de etnocentrismo, a no creer que mi visión del Mundo y de las cosas, es igual en todas las partes del Mundo. Dicen que el Amor es un concepto universal, universal viene de uni y verso, una sola voz, y dadas las características que tenemos como especie humana, donde cada uno tiene una opinión de las cosas me cuesta creer esa idea. Las opiniones son como los culos, todos tenemos uno, y como los pedos, a ninguno nos molestan los nuestros, los del resto esos es harina de otro costal, así que el dogma, la creencia de conceptos universales no tiene mucho sentido, más si cabe sabiendo la gran diferencia cultural que existe entre Japón y Occidente. Muchas de las cosas que allí son normales aquí son como mínimo reprobables, y al revés también, nuestras costumbres chocan con las del País del Sol Naciente.







Amor, amore, amor que te quiero tanto, amor, amore....¡oh Amore Mío! Lejos de aceptar creencias o dogmas, sigo entrenando y sigo chocando con la misma pared de siempre....¡Yo mismo!¡Mi Ego! Ese Ego que huye del ataque, ese Ego que rechaza el ataque, ese Ego que repele a Uke, ese Ego que necesita coger fuertemente a Uke para tener la sensación errónea de que así puedo tirarlo, ese Ego que le cuesta acoplarse al ataque de Uke, que le cuesta dejar a Uke que desarrolle su ataque con toda la intensidad y libertad necesaria, y detrás de todo eso puede que exista algo de ese Amor sobre el que O Sensei hablaba, pero el Amor hippie heredado del maldito mayo del 68 creo que no tiene nada que ver. La No Violencia, la Paz sobre la que hablaba el Fundador creo que tiene que ver más con el trabajo diario que con la ingesta lisérgica acompañada de alcohol y maría....¡pero claro está!¡Tan sólo es mi opinión!



Un abrazote,




Félix


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