La Oscuridad dentro de ti

 



"El verdadero Mal es el abuso de poder"


José Luis Torres, psicólogo clínico


Vuelta a la normalidad después de nueve días de trabajo desmedido. La gente vuelve a sus vidas normales y los restos de las borracheras desaparecen a medida que la limpieza de las calles consigue volver a sus cotas habituales. Dentro de un año se generará el mismo caos de gentío y alcohol, pero eso será dentro de un año, ahora todo el mundo vuelve a la normalidad de su vida. Atrás quedan las experiencias vividas estos días, algunas ciertas y otras no tanto, pero experiencias que serán contadas en innumerables ocasiones cuando se reúnan con sus familiares y amigos. 


Y a pesar de todo esto no dejo de repetirme en la cabeza la frase en latín  in vino veritas est, preguntándome si lo que he visto y vivido estos días no se asemeja más con nuestra verdadera naturaleza. Siendo el alcohol una sustancia que nos desinhibe, que nos libera de nuestras convenciones sociales, que nos desata, no dejo de preguntarme si toda la suciedad que observo, si toda la falta de conciencia social, si ese Egoísmo y que se joda el que viene después, es realmente nuestro verdadero Ser.



 

Muchos dirán que dramatizo demasiado, que las fiestas está hechas para que la gente disfrute...¡no sé yo!¡Tal vez tengan razón! Pero sigo sin entender que tiene que ver el disfrute con mandar a tomar por culo lo que nos define como personas. Si las fiestas son una oportunidad para el desparrame, ¿qué nos está sucediendo como personas, como Sociedad? ¿Realmente debemos dejar de ser quienes somos?¿O las fiestas son el único periodo del año donde realmente podemos comportarnos y ser como realmente nos gustaría? No tengo una respuesta clara, sólo sé que antes de mi trabajo actual yo era otro déspota que se comportaba de manera incívica durante las fiestas, ensuciando, orinando, colocando contenedores fuera de su sitio, subiendo al camión de la basura y molestando a la gente que trabajaba. Era un subnormal en toda regla, y todo lo justificaba con la tradición y es lo que toca.


Ahora que estoy en el otro lado del espectro, en la otra cara de la moneda, observo las cosas desde la visión de la gente que trabaja y que tiene que aguantar a los que están de fiesta. Es fácil en este lado del río sentirte alienado, sentirte como un morlock que trabaja para el sustento y el beneplácito de los eloys. Es fácil perder el Norte y más aún si tienes unos jefes con conductas altamente reprobables. Perder la Esperanza está a la vuelta de la esquina y la basura que recoges puede terminar consumiéndote por dentro.





El otro día escuchaba en un podcast de José Luis Torres que todos tenemos un lado blanco y un lado  oscuro, y dependiendo de las circunstancias aflorará más uno que el otro. El lado oscuro no es necesariamente malo, es el que nos ha acompañado desde nuestros primeros pasos en la Vida, es el que nos ha ayudado a sobrevivir en las situaciones adversas. Si todo va mejor el lado oscuro se apaga y permite florecer al lado blanco, luminoso. Pero las circunstancias influyen mucho, más de lo que queremos admitir. Culpabilizarnos por ciertas acciones nuestras no es un buen consejo, debemos mirar con más detenimiento e intentar entender el por qué de nuestras acciones.


Pero, ¿y el Mal?¿De dónde surge? Si el Bien anida en nuestros corazones, el Mal creo que también. Depende del contexto en el que nos hayamos criado, o estemos viviendo, el Mal puede terminar apareciendo, tal vez, sólo tal vez, y esto es una opinión, como mecanismo de defensa de nuestro organismo para garantizar lo único que realmente le interesa a nuestro cuerpo y a nuestro cerebro...¡la supervivencia!






¿De qué va todo esto? Antes creía en las chorradas de que haciendo esto o aquello las cosas iban a ir bien, pero conforme voy cumpliendo años me doy cuenta de que todo es mentira. La Vida es un gran Caos, nunca sabes cuándo ni cómo te va a golpear, caer en el Mal es más fácil de lo que uno piensa, tan sólo necesitas estar en el lugar y en el momento equivocado. 


A medida que la Muerte se acerca, que el final de todo es más cercano, me pregunto el verdadero sentido que llevó a O Sensei a crear el Aikido. Habiendo vivido en una época mucho más dura que la nuestra, habiendo vivido y luchado en la guerra, su visión acerca del Bien y del Mal sería mucho más amplia y profunda que la nuestra. Conforme avanzo en la práctica, conforme las mentiras que aprendí de pequeño se caen a pedazos, un sentimiento de profundo agradecimiento crece dentro de mí hacia O Sensei, y hacia todos los Maestros que han seguido propagando sus enseñanzas.


¿Cómo vencer al Mal que anida dentro de nosotros? No lo sé realmente, lo único que noto es que practicando Aikido consigo apaciguar y conocer un poco mejor a esa parte oscura que vive dentro de mí, que ha estado conmigo desde mis primeros llantos en este Mundo.



Un abrazo,





Félix

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