Anormal
"Soy lo que soy, alguien debe serlo"
Reynaldo de la película El Reino de los cielos
Esta mañana he conseguido madrugar un poco más y con apasionado fervor he bajado a entrenar con el Jo a la zona común. A diferencia del otro día no me he encontrado con ningún vecino aunque sí que he oído a alguno saliendo del portal. Terminar sudado a poco que hagas y a pesar de ser las 5:15 de la mañana es lo habitual en los veranos húmedos y calurosos de esta pequeña y hermosa ciudad del Mediterráneo. Después la rutina de siempre, ducha de agua fría, cambiarse, bajar a la híper activa Border Collie y al curro, vuelta al hogar tras haber solucionado un par de problemas y a preparar algún podcast.
Dentro de esta rutina falta el entrenamiento en Aikido, pero este mes de parón obligatorio me recuerda lo mucho que me gusta entrenar. Por las noches siempre termino viendo vídeos de Chiba Sensei, de Kanetsuka Sensei, de Tamura Sensei...vídeos de un Aikido que resuena dentro de mí ajeno a esos otros vídeos de Aikido mágico y maravilloso donde los Ukes caen al suelo sin contacto físico, lo hacen por la "acción del Ki".
La Ignorancia es un arma muy poderosa y si caes en manos de una persona sin escrúpulos puedes acabar creyendo cualquier cosa que te diga, no sólo eso, lo llegarás a creer de tal manera que incluso te pelearás y enemistarás con otros cuando traten de decirte que eso que haces es mierda, que te están engañando, que te están robando tu tiempo y tu dinero.
A lo largo de estos años he conocido a más vende burras de los que me hubiera gustado conocer, pero lamentablemente el Aikido se presta a esto. Cuando los pones en su sitio te catalogan de violento, pero eso a mí siempre me ha dado igual. Lo que siempre me ha mosqueado es esa legión de seguidores que no se plantean nada de lo que les están enseñando y que cuando comprometes a su referente te ven como el enemigo. Da igual que entrenes con ellos y les hagas ver que eso que les han enseñado no es correcto, se enrocan en lo suyo, en lo que su Maestro hace y allá que van.
Y lo peor viene cuando son cintos de alto grado...¡Cuidado!¡Cuidado que voy y te voy a demostrar el peazo nivel que tengo!¡Que soy tal grado y doy clases en! Cuando la mentira se institucionaliza el problema es aún mayor, ya que de la mentira crean el dogma, y el reconocimiento oficial de un conocimiento que tiene más de fantasía que de otra cosa.
En medio de esta vorágine de mierda acabas convirtiéndote en un anormal, en el tío violento ese que no entiende nada del mensaje del Fundador. Nunca he visto entrenar a estos Iluminados con Tamura Sensei o con Yanada Sensei, pero claro como escuché hace tiempo dejaron de ir a los cursos de estos Maestros porque siempre hacían lo mismo....¡Señoría, no hay más palabras! ¡Vaya tela, vaya tela!
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