La importancia de enseñar de forma honesta
"O-sensei nos había dicho que en Aikido era a hasta 8º. Que el 8º Dan era el fin de un ciclo que nos llevaba al punto de partida. El 8 en Japón tiene un sentido positivo, su ideograma tiene una forma de apertura. Eso es lo que nos dijo."
Nobuyoshi Tamura Sensei
A menudo pecamos de querer ser más que aquellos que nos enseñaron, y algunos atrevidos se ponen grados más altos que incluso el Fundador del Aikido. En algunas ocasiones me he topado con esta gente tan osada y observo que tanto su nivel de ejecución técnica como su nivel de entrenamiento me hacen dudar de que realmente posean el nivel que dicen poseer, más si cabe aún, cuando entrenas con sus alumnos y notas que ese supuesto nivel de trabajo tiene muchas lagunas. No quiero pecar de Iluminado, pero en estos treinta y cinco años de práctica si algo he aprendido que el nivel de trabajo no se corresponde muchas veces con el nivel exhibido en el cinturón, tanto por arriba como por abajo.
Hay muchos de estos "Sensei", "Shihan" con niveles de séptimo, octavo e incluso noveno dan, que nada más verles trabajar te echas las manos a la cara en señal de vergüenza por lo que estás viendo, y por el contrario hay Sensei con niveles de sexto dan o inferiores cuyo nivel de trabajo te alienta, te espolea a querer seguir entrenando y aprendiendo con ellos. Algunos Maestros se ganan los danes en el Dojo con su práctica diaria y honesta, otros "Maestros" consiguen esos danes medrando en la burocracia de las Federaciones y Asociaciones.
Todo esto en sí no debe ser un obstáculo para nuestra práctica, pero si que, por lo menos para mí, supone un gran inconveniente. De mis padres aprendí la importancia de ser honesto, de no engañar a los demás, de ser capaz de poder mirarte al espejo todos los días sin sentir vergüenza de ti mismo, pero mi transcurrir por el Do me ha hecho ver que hay personas que eso de la vergüenza se la trae al pairo, y rodeados de su camarilla, se instalan en una fantasía llena de lucro y de mentira.
Lo peor para mí de todo esto es el alumno o alumna inocente que acude al Dojo para aprender Aikido y se topa con este tipo de personajes que bien no le van a enseñar. Pasará el tiempo y mientras se mantenga en ese círculo mágico creerá aprender, pero el día que tropiece con un círculo de trabajo y honestidad, todo su progreso se verá comprometido. En ese punto entrará el factor Ego, y pueden suceder varias reacciones, la más común es la de rechazar esa forma de trabajar, pero si consigue ir más allá de ese Ego empezará a comprender poco a poco, que le han estado enseñando de una forma incorrecta.
El problema del Aikido es que su forma externa es muy atrayente para el principiante. Vestimos de forma tradicional, hay una etiqueta a la hora de practicar, las caídas algunas son espectaculares,encima tiene una filosofía de Paz y Amor desde el punto de vista oriental, y lo mejor de todo, el concepto del Ki, esa energía universal con propiedades místicas y mágicas. La densidad de gente que siente afinidad por esta búsqueda espiritual y mística es mayor que en otras Artes Marciales, y se flipan con conceptos que creen entender, pero que a la postre lo único que hacen son repetir frases de O-Sensei sin entender gran cosa.
Con todo este envoltorio añadiendo lo de la no competición se crea un caldo de cultivo donde los oportunistas pueden medrar, ya que en otras Artes Marciales no tienen nada que hacer, ¡y es una pena!¡Porque joden todo lo bueno que propone el Aikido!
¿Cuánta gente he conocido estos años flipando con el Ki, el Centro, la Relajación, la No Agresisvidad?¿Cuántos se han venido abajo a la menor señal de intensidad, de presión en el trabajo?¿Cuántos de estos "Maestros" me han tenido que hostiar para proyectarme porque su fabulosa técnica no les salía?¿Cuántos me han acusado de no ser colaborativo, de ser violento?
Y ante esta chusma siempre he tenido la misma respuesta, con mi Sensei en clase nunca tuve que soportar nada de estas mierdas, con Tamura Sensei, con los alumnos de Tamura Sensei, con Yamada Sensei nunca aguanté estas mierdas, siempre me proyectaron, me controlaron con su trabajo permitiendo que atacara como me diera la gana, no habían condicionantes para el trabajo.
Esta parte interna del Aikido que es la que da sentido a la práctica sólo está al alcance de todos aquellos que se dedican justamente a eso, a ir al Dojo y a practicar con seriedad y honestidad, el parloteo no tiene cabida, la búsqueda de favores tampoco, el progreso como decía O-Sensei llega "para aquellos que practican de forma constante. Acumula y no esperes Enseñanzas Secretas. No te llevarán a ninguna parte"
Comentarios
Publicar un comentario